martes, 25 de agosto de 2015

CLP: photoshoot Mekakucity actors/behind scenes


¡Buenas tardes guardianes!

Pronto subiré una entrada con algunos de los cambios que va a haber en mi blog relacionados con el grupo de CallingLifePro (CLP), pero hasta que eso ocurra os dejo un vídeo que acaba de subir a su canal en el que podréis ver las locuras que hacemos durante una sesión de fotos para uno de sus Cosplays (y sí, yo también estaba allí, además de su manager, soy su cámara oficial XD )

¡Espero que lo disfrutéis y que os saque más de una sonrisa!






Nos vemos en el próximo secreto ;)


lunes, 24 de agosto de 2015

Bajo mi piel: teaser+trailer+entrevista personaje - autor

¡Buen día mis guardianes!
Aquí os dejo el trailer del mi libro "Bajo mi piel" con algunas modificaciones. 

Ahora también podréis ver un pequeño teaser interpretado por mi hermana Ainoa (Kana en su canal: CallingLifePro) y una entrevista que le hace el personaje de Mara a su autora .

¿No sentís curiosidad? ¡Pues echadle un vistazo! ;)



¡Nos vemos en el próximo secreto!


miércoles, 19 de agosto de 2015

Enfrentando el miedo

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Nunca supe hasta qué punto me había afectado aquello. Pensé que lo mejor para mí era estar sola, si me separaba del mundo, de esos envenenados estímulos que lo único que hacían era provocarme sufrimiento, la situación mejoraría, yo mejoraría.

Estaba tan convencida de que esa era la mejor elección que no me di cuenta de lo que estaba perdiendo al hacerlo.

Me aparté de la gente, para evitar que me hicieran daño tenía que mantenerme al margen, moverme en silencio y confundirme con las sombras para que nadie se diese cuenta de mi presencia. Debía ser callada, obediente y sumisa, así evitaría cualquier conflicto tanto fuera como dentro de mi casa.

El mayor problema eran ellos, esas figuras que revoloteaban a mi alrededor donde quiera que fuese, siluetas que esconden en su interior falsedad y crueldad. No podía confiar en ellas, en ninguna, ni siquiera en mi familia, a saber lo que podrían hacerme.

Al principio pensé que estaba surtiendo efecto, me sentí incluso aliviada. Los problemas habían comenzado a desaparecer como por arte de magia, no tenía que estar a la defensiva, pendiente de cuándo debía reír, enfadarme o incluso llorar. El peso de las expectativas de la sociedad se iba consumiendo junto conmigo.

Estaba tan orgullosa de lo que estaba consiguiendo que no me di cuenta de lo que en realidad me estaba pasando.

Las situaciones que en algún momento me habían provocado determinados sentimientos ya no lo hacían. Las horas pasaban lentamente, los días se eternizaban y el silencio empezaba a espantarme. Había comenzado a pensar que incluso mis pensamientos estaban desapareciendo, me costaba ser consciente de mi misma.

Era una locura, cuando intento recordar esos días de intensa oscuridad no lo consigo ¿Me habría transportado a una dimensión paralela sin darme cuenta? Los colores eran más oscuros, los olores débiles y los sonidos difusos. Me había convertido en una muñeca hueca, casi sin vida, y lo había hecho yo solita por miedo, por un miedo irracional e inconsciente a acabar como mi hermana.

¿Por qué había tenido que quitarse la vida? Era cierto que su mundo se había ido al traste en un suspiro, de la noche a la mañana se había quedado sin marido, sin hogar y casi sin sus hijos; pero todo se podía solucionar ¿No? Si no podía confiar en la sinceridad de nuestros padres por lo menos podría haberse apoyado en mí ¿Para qué llegar a ese extremo? Así no iba a conseguir nada, bueno sí, iba a dejar de sufrir, pero a cambio de todo su futuro. Por más que lo intentaba no conseguía entenderlo, pero casi sin darme cuenta había comenzado a transitar el mismo camino que ella.

Ahora sé que quizás, si no hubiera sido por ellos, yo podía haber acabado mal.

Saludé a un grupo de cuatro chicos que tenía en frente y salí corriendo hacia ellos, mis amigos, los primeros que había tenido desde el incidente, los únicos que me habían apoyado y me habían hecho comprender que lo peor era estar solo. Su apoyo y su increíble empatía hacia mi situación me habían abierto los ojos. Por mucho que queramos no podemos evitar el sufrimiento eternamente, la vida está llena de obstáculos, de barreras que debemos superar para convertirnos en personas mejores y todo ello se lleva mucho mejor si tienes a la gente que te quiere al lado, empujándote cuando más lo necesitas y sacándote una sonrisa en los momentos idóneos.

Yo ya he encontrado ese grupo, aquellos con los que puedo ser quien soy sin tener que pensar en cómo debo actuar ante ellos.


¿Y tú? ¿Ya los has encontrado?

lunes, 17 de agosto de 2015

Dibujo: Naruko

¡Hola guardianes!

Por si sois fans, os gusta o simplemente conocéis el anime de "Naruto", aquí os dejo mi versión femenina del protagonista ;)

Espero que os guste.


¡Nos vemos en el próximo secreto!


martes, 11 de agosto de 2015

A través de los ojos del enemigo.

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Los últimos rayos de sol se asomaban por la ventana cuando regresé a mi cuarto. Cerré de un portazo la puerta y tiré el refresco que tenía entre mis manos.

Absurdo. Era el primer día de vacaciones, habíamos conseguido pasar a bachillerato y estaba allí, solo y sin nada que hacer. Se suponía que teníamos que celebrarlo, disfrutar de la victoria de poder seguir en la misma clase el año que viene ¡Debería estar conmigo! Pero no, ella prefería quedar con sus amigas y salir de fiesta. “Lo siento mucho mi amor, es una noche sólo de chicas, pero te prometo que mañana estaré todo el día contigo” me dijo.

¿Acaso tiene sentido? ¡No! Yo tendría que ser su prioridad, sin mí ella no es nada. Ya debería de haberse dado cuenta. YO he sido quien la ha separado de esos espantosos engendros que tenía como amigos, YO fui quien corrigió esos horribles hábitos alimenticios que tenía, YO soy quien le dice cómo debe comportarse y hablar en las reuniones a las que vamos juntos para que no haga el ridículo.

YO soy su guía, todo su mundo…

Debo ir con ella, tengo que protegerla, necesito dejar bien claro que ella me pertenece, si yo no espanto a esos moscardones pesados de las faldas de mi novia ¿Quién lo hará?

Rápidamente me senté en mi escritorio y encendí el ordenador. Estaba acelerado, el corazón se convulsionaba en mi pecho y la adrenalina me quemaba las entrañas. Todavía estaba a tiempo, si me metía ahora y hablaba con esas amiguchas que tenía podría liberarla, iría a su casa y le haría darse cuenta del error que había cometido.

Cargué la página de Facebook, puse el nombre de usuario de mi chica y tecleé su contraseña. Por suerte podía acceder a todas sus redes sociales, ella misma me las dio para demostrarme que no me escondía nada, que podía confiar en ella, pero aun así no me fiaba. Seguía leyendo conversaciones que me hacían sospechar, siempre veía las segundas intenciones en los mensajes que la enviaban nuestros compañeros, en alguna ocasión hasta me había visto obligado a contestar en su nombre y a borrar contactos para que la dejasen en paz.

Me sequé el sudor con la mano y busqué el nombre de la chica con la que mi novia iba a salir. Estaba conectada, justo como me había imaginado.

Sin dudarlo un momento abrí la conversación que tenían y le dije que no iba a poder salir con ellas ni esa noche ni ninguna otra, que no estaba dispuesta a seguir siendo amiga de unas zorras que no dejaban que su novio fuese con ella. Le dije que no se molestasen en volver a ponerse en contacto si no querían que su novio fuese a darles lo que se merecían.

La chica no tardó mucho en contestar, estaba dolida y enfadada. Una risita de júbilo salió de entre mis labios al ver que había conseguido mi objetivo  pero me detuve cuando leí su último mensaje:
“Fuiste tú la que nos dijo que no querías traer a tu novio, gilipollas, no nos eches la culpa a nosotras ahora”.

Se me había helado la sangre, me sentía como si acabaran de apuñalarme por la espalda, el dolor de la traición comenzó a mezclarse con una ira insoportable ¿Cómo se atrevía? ¿Quién se creía que era esa puta para ridiculizarme de esa manera? ¡Ella no era nadie!

Le di un puñetazo a la mesa y lancé un grito. Aquello estaba haciendo que los fantasmas de mi pasado volviesen a atormentarme, las imágenes de mi madre abandonándome cuando era un niño se agolpaban en mi cabeza y me asfixiaban. No podía dejar que volviese a suceder ¡No iba a permitirlo! Ella iba a estar siempre a mi lado.


 Había sido demasiado amable, le había concedido demasiada libertad, pero eso estaba apunto cambiar. No me importaban los métodos que tuviese que utilizar, ya iba siendo hora de que le recordase quién era el que estaba al mando.